La investigadora del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Universidad Austral de Chile (Uach), Alejandra Zúñiga Feest, planea restaurar los suelos volcánicos inertes que están desprovistos de vida por la lava y el magma, con la siembra del notro, radal y radal enano, tres plantas endémicas de Chile, donde existen 2.000 volcanes y 120 de ellos activos.
Las especies vegetales seleccionadas para el estudio comparten una particularidad en sus raíces, según la doctora, que también es académica en Doctorado en Ciencias, mención ecológica y evolución del mismo instituto.
“Ellas poseen raíces proteoideas o raíces en racimo, que son densos conglomerados de raíces cortas y densamente espaciadas que favorecen la absorción de nutrientes, y que exudan compuestos que solubilizan nutrientes (carboxilatos)“, señaló la científica.
La doctora Zúñiga, que preside la investigación, busca analizar durante cuatro años las asociaciones de especies colonizadoras de la familia Proteaceae con plantas vecinas, cuyo trabajo de campo se realizará en las laderas de dos volcanes al sur de Chile: el Antuco, ubicado en la región del Biobío, cuya altura es de 2.979 metros y su última erupción fue en 1869, y el volcán Mocho Choshuenco, que se eleva 2.422 metros en la región de Los Ríos y su erupción fue en 1864.
El objeto principal del estudio es conocer en profundidad cómo es la interacción de las plantas y los microorganismos del suelo que se generan sobre las cenizas volcánicas recientes. “Debemos saber cómo son estas asociaciones que pueden facilitar la vida de las plantas y cómo cambian los microbios del suelo que están asociados a las raíces, en la zona que se llama rizosfera a través del tiempo“, comentó.
“En este proyecto estudiaremos qué mecanismos están ocurriendo en las sucesiones vegetaciones a nivel de suelo, adyacente a raíces, especialmente en laderas de volcanes, comparándolos con los terrenos donde no hay plantas. Las plantas tienen gran influencia sobre la estructura del suelo, sobre los microorganismos en la rizosfera y finalmente, a la larga, en el desarrollo de ecosistemas“, agregó.
Según la doctora Zúñiga, la investigación proporcionará información relevante para la restauración con especies nativas, argumentando que “este conocimiento será especialmente relevante en áreas donde existe daño en la vegetación ocurrida por erupciones volcánicas y que están en zonas vulnerables a la erosión, como es el caso de las laderas de las montañas de los Andes en el sur de Suramérica“.