Los profesores de la escuela Hangzhou ubicada en la provincia de Zhejiang, al este de China, advirtieron a sus estudiantes que serán castigados si suben más de dos kilos durante las vacaciones del Año Nuevo Chino.
Niños entre 13 y 14 años comenzarán su receso del festival de la primavera dentro de poco, por ello en el establecimiento les midieron a cada uno su peso, para comprobar la diferencia de kilogramos al momento de reintegrarse a clases.
El castigo consistirá en salir a correr todos los días durante el siguiente período escolar. Esta idea fue llevada a cabo por el profesor Shen Wei, con el fin de crear conciencia en los jóvenes acerca de los riesgos que trae la mala alimentación y el sedentarismo.
Según estudios de la Universidad de Peking, el estilo de vida sedentario llevará a que el 28 por ciento de los niños chinos, entre 6 y 18 años, sean clasificados como obesos en 2030, y las autoridades chinas deberán gastar grandes cantidades de dinero en enfermedades relacionadas a la obesidad.