En Canadá, los padres de dos menores, decidieron demandar a Epic Games, responsables del videojuego. Acusando a los creadores de Fornite de desarrollar el juego de tal forma que sea tan adictivo como una droga.

La acción judicial compara los efectos del juego con los que produce la cocaína, afirmando que al liberar tal cantidad de dopamina que termina haciendo a los cerebros de los niños y jóvenes dependientes del juego.

El documento legal presentado en Quebec, en nombre de dos niños que lo juegan, compara al juego con dicha droga, argumentando que la mecánica del Fortnite se diseñó para generar dependencia a quienes lo juegan, dice la demanda.

Según el abogado que lidera la demanda, Jean-Philippe Caron, los creadores trabajaron junto a psicólogos para hacerlo tan adictivo.

Fortnite, desde el 2017, se ha convertido en uno de los videojuegos más populares del mundo, con alrededor de 250 millones de usuarios.