Protagonizó 92 películas en una carrera que se extendió por siete décadas. Sus destacadas actuaciones le significaron estar nominado en tres ocasiones al Oscar a mejor actor, pero no fue hasta 1996 cuando logró conseguir la estatuilla en reconocimiento a toda su carrera.

“Con gran tristeza, mis hermanos y yo anunciamos que Kirk Douglas nos dejó hoy a la edad de 103 años”, dijo su hijo también actor, Michael Douglas en un comunicado.
“Para el mundo era una leyenda, un actor de la época dorada del cine que vivió bien, un humanitario cuyo compromiso con la justicia y las causas en las que creía establecieron un estándar al que todos aspiramos. Pero para mí y mis hermanos Joel y Peter, él era simplemente papá, para Catherine, un maravilloso suegro, para sus nietos y bisnieto, su amoroso abuelo, y para su esposa Anne, un esposo maravilloso. La vida de Kirk fue bien vivida, y deja un legado en el cine que perdurará por las generaciones venideras, y una historia como un reconocido filántropo que trabajó para ayudar al público y traer la paz al planeta. Permítanme terminar con las palabras que le dije en su último cumpleaños y que siempre serán ciertas. Papá, te quiero mucho y estoy muy orgulloso de ser tu hijo”.

Su carrera teatral en Broadway se vio truncada cuando fue llamado a filas militares en 1942, incorporándose a la Armada como oficial de telecomunicaciones en el Pacífico. De regreso, inicia su carrera en el cine con el papel en El extraño amor de Martha Ivers (1946), luego en Carta a tres esposas (1949), año en que logra ser nóminado al Oscar al mejor actor por El ídolo de barro. Fue aquí, cuando dio a conocer universalmente su postura izquierdista, sin importarle el precio que tuvo que pagar en forma de vetos y rechazos en la industria cinematográfica.
Según informó el medio La Vanguardia, también jugó un papel importante en romper la lista negra de Hollywood: actores, directores y escritores que fueron rechazados profesionalmente debido a los vínculos con el movimiento comunista en la década de 1950.
A partir de entonces, la carrera del actor se consolidó con clásicos de aventuras como Veinte mil leguas bajo el mar (1954) o Vikingos (1958), filmes del destacado director Stanley Kubrick como Senderos de gloria (1958) y Espartaco (1960) o interpretando a Vincent Van Gogh en El loco del pelo rojo (1956).