El coronavirus marcó lo que se creía imposible, que millones de personas cambiaran su alimentación a una basada en mayormente plantas y legumbres. Dando paso al menor consumo mundial de carne en décadas.

Este fenómeno se da en todos los mercados principales, incluso en EE.UU., “donde se predice que el consumo de carne no volverá a los niveles previos a la pandemia hasta al menos después de 2025” según Emol.

Factores que contribuyeron al cambio

La inestabilidad económica ocasionadas por el coronavirus generó que consumidores redujeran sus gastos, los cierres de restaurantes detuvieron la demanda, y una creciente desconfianza en este producto.