Alemania se convertirá en el primer país en prohibir el sacrificio masivo de pollitos macho en granjas de gallinas utilizadas para la producción de huevos. El Gobierno ha aprobado un decreto de ley que espera poner fin a esta cruel práctica en 2022.

En el país se mata cada año a alrededor de 45 millones de pollos por el solo hecho de haber nacido machos, ya que los pollitos de esa raza, criada especialmente para la producción, no sirven para obtener huevos, y su carne no es adecuada para la venta. Por lo tanto, para los agricultores no son rentables, y les causan la muerte por medio de gas, asfixiados dentro de sacos, aplastados en contenedores o triturados vivos.

La Ministra Federal de Agricultura Julia Klöckner manifestó que «El bienestar de los animales supera los intereses económicos. Matar a los pollitos por ser de un determinado sexo es éticamente inaceptable», al presentar la ley en septiembre del 2020, calificándola además de «un hito para la protección de los animales».

La ley contempla que  los métodos de sexaje in ovo sean generalizados para que los huevos de pollitos machos sean destruidos antes de la eclosión.

Finalmente, la Fundación Igualdad Animal está trabajando a nivel europeo para conseguir que se implementen estas medidas para poner fin al sacrificio masivo de pollitos. En España, tienen en marcha una campaña, que ha conseguido hasta el momento más de 20.000 firmas, reclamando al Gobierno que ponga fin a esta cruel práctica.