Un enorme iceberg se ha desprendido en la Antártida, diez años después de que los científicos descubrieran la primera grieta. Este trozo de hielo, mucho más grande que Santiago entero, está en seguimiento ya que no se sabe qué rumbo tomará.
El bloque de hielo era de casi 1.270 kilómetros cuadrados y se separó del resto del casquete, en la plataforma de hielo Brunt. Además se trata del tercer desprendimiento en esta última década.
A comienzos de febrero las 12 personas que trabajaban en la estación Halley VI, situada a menos de 20 km de la zona de ruptura, fueron evacuadas en avión. “Nuestros equipos llevan años preparándose para que un iceberg se desprenda de la plataforma de hielo de Brunt. Los equipos controlan diariamente el progreso de las fallas mediante una red automatizada de instrumentos GPS de alta precisión alrededor de la estación”, explicó Jane Francis, directora del British Antarctic Survey.
La grieta avanzó durante el pasado mes de enero hacia el noreste a una velocidad de hasta un kilómetro por día, lo que cortó la plataforma de hielo flotante de 150 metros de espesor.
«En las próximas semanas o meses, el iceberg puede alejarse o podría encallar y permanecer cerca de Brunt Ice Shelf. La estación Halley está ubicada tierra adentro de todos las grietas activas, en la parte de la plataforma de hielo que permanece conectada al continente. Nuestra red de instrumentos GPS nos dará una alerta temprana si el desprendimiento de este iceberg provoca cambios en el hielo alrededor de nuestra estación», detalló Jane Francis, directora del BAS.