Con el fin de reducir el impacto medioambiental que produce el amoniaco y el óxido nitroso de los desechos de las vacas, unos investigadores alemanes le enseñaron a estos animales a ir al baño en una granja alemana.
El objetivo es evitar que se acumulen y propaguen por el suelo los residuos de los desechos de las vacas, heces y orina que combinados generan amoníaco, un gas que contamina el suelo y los cursos de agua locales.
En un artículo publicado en la revista ‘Current Biology’, investigadores demuestran que las vacas pueden ser entrenadas para usar letrinas, lo que permite recoger y tratar los desechos, limpiando así el establo, reduciendo la contaminación del aire y creando granjas más abiertas y respetuosas con los animales.