El Gobierno belga aprobó una nueva reforma para modernizar el mercado laboral, que incluye la posibilidad de concentrar la semana de trabajo en cuatro días o flexibilizar los horarios para «dar más libertad a los trabajadores», dijo el primer ministro belga, Alexander De Croo.

La reforma busca «fortalecer a los trabajadores y las empresas» y establecer una «economía más sostenible, innovadora y digital», todo ello con el objetivo de que la tasa de empleo en el país llegue al 80% en 2030, desde el 71% actual, añadió el primer ministro.

En detalle, la iniciativa establece que las horas trabajadas a lo largo de la semana no se verán afectadas. Así, los empleados podrán reducir un día de trabajo siempre que aumenten el número de horas diarias. La condición para acogerse a esta flexibilización será trabajar un máximo de 9,5 horas diarias, que podrán ampliarse a 10 horas previo acuerdo entre empresa y sindicatos.