A vuelo de pájaro es difícil notar el deshielo del glaciar Aletsch, el más grande de Suiza, que cubre una extensión de más de 80 kilómetro. Sin embargo, los signos del cambio climático están ahí. Este mes han aparecido los restos de un avión que se estrelló en 1968 sin dejar rastro. Asoman ahora a la superficie tras derretirse la gruesa capa de hielo que los cubría.

«Los glaciares están desapareciendo, si sigue así en el año 2090, sólo quedará el 10% del glaciar», lamenta Dominik Nellen, guía de montaña.