Este cortometraje es el resultado del taller Contrapicado que contó con 8 clases teóricas prácticas durante 6 semanas de sonido, dirección y cámara, guión, actuación, postproducción, montaje y 2 jornadas de rodaje. Todas las clases fueron supervisadas por un equipo voluntario y multidisciplinario de expertos de mundo audiovisual y artístico, quienes mediante dinámicas lúdicas y experimentales, los alumnos adquirieron las nociones básicas del lenguaje audiovisual y fueron capaces de sacar adelante su propia pieza audiovisual.